La energía toroidal
en el ciclo rotor eólico
La geometría describe un torus o toroide como la superficie de revolución
engendrada por una circunferencia que gira alrededor de un eje central, o
también como la figura creada por una espiral que es succionada por el punto de
vacío y luego expulsada de él (figura 1).
Figura 1.- Voluta y efecto toroidal generado al traspasar un anillo
Su forma varía entre la de una
rosquilla, una voluta de humo, un donuts, una esfera o una manzana. Al entrar
en movimiento, el toroide se expande desde el centro y se contrae rodeándolo en un movimiento anular sin fin; ésta movimiento disminuye la resistencia al movimiento giratorio del propio toroide en anillo (figura 2).
Figura 2.- Movimiento de un toroide anular
https://xochipilli.blog/2013/11/27/energia-libre-la-dona-dinamica-toroidal-en-nuestra-vida-y-en-los-circulos-de-la-cosecha-crop-circles/
La energía toroidal está basada
en la formación de vórtices o torbellinos de energía rotacional. Este patrón sirve como modelo para explicar
numerosos fenómenos de la naturaleza como los misteriosos agujeros negros, que
al mismo tiempo son capaces de absorber
y emanar energía.
Este fenómeno lo podemos encontrar en distintos
remolinos o vórtices, como en los remolinos de viento causados por las alas de los aviones, en los huracanes y en el campo electromagnético. Se ha llegado
a considerar el patrón universal del movimiento de la energía en cualquier
escala, por lo que tanto un átomo, como el universo mismo, serían toroides en
perpetuo movimiento.
La rueda de la bicicleta también tiene un
componente toroidal y su dinámica rotacional toroidal ha sido utilizada para desarrollar las ruedas globosas de altas prestaciones dinámicas.
La cinética que genera el ciclo rotor eólico le permite incrementar la energía rotacional toroidal complementaria en la rueda a medida que aumentamos la velocidad, facilitando su avance, preferentemente en fases de aceleración y en el mantenimiento de la velocidad (figura 3).
La cinética que genera el ciclo rotor eólico le permite incrementar la energía rotacional toroidal complementaria en la rueda a medida que aumentamos la velocidad, facilitando su avance, preferentemente en fases de aceleración y en el mantenimiento de la velocidad (figura 3).
Figura 3.- Esquema del movimiento toroidal y la derivación posterior en el ciclo rotor eólico. Modelo de utilidad para el ciclista.
Gabriel Saitua, Getxo 2018